Para la instalación de Kafka decidimos tomar como idea principal ese infinito sinsentido del que habla en casi todas sus obras.
Esta idea la desarrollamos mediante una clase de juego-acertijo.
La persona tiene que sacar un turno (haciendo referencia al sistema en el que vivimos y el control que ejerce sobre nosotros), luego ingresar en un lugar cubieto de papeles de diario (haciendo referencia a la compulsividad y necesidad con la que Kafka escribía) y allí se encuentra con un acertijo.
"Para salir, descubra la puerta que dice la verdad."
Debajo se encuentran 3 puertas con cada una una inscripción distinta:
A: "La puerta C dice la verdad, y la B miente."
B: "La puerta A dice la verdad, y la C miente."
C: "La puerta B dice la verdad, y la A miente."
Es un acertijo absurdo, hecho así para hacerle sentir a la persona que entra el sinsentido, agobio y la claustrofobia de estar en ese pequeño lugar sin poder salir ya que no existe la respuesta.
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